jueves, 24 de marzo de 2016

Riesgos de las Redes Sociales


Resultado de imagen de privacidad en las redes sociales
Las redes sociales ofrecen infinitas posibilidades, tales como, entrar en contacto con gente de otros países y culturas, mantener el contacto con personas que viven a larga distancia, intercambiar experiencias y conocimientos e incluso dinamizar movimientos culturales y políticos mediante el contacto con los usuarios.



No obstante, las redes conllevan una serie de riesgos. En general, éstos son los mismos que los del resto de actividades que se llevan a cabo en la red. Si bien, hay algunos matices y características específicas de los peligros que pueden presentarse con el uso de las redes sociales.

Los riesgos se presentan en una doble dirección. Los menores pueden ser víctimas de alguna de las amenazas o también, por desconocimiento, pueden incumplir alguna de las normas referidas a datos o informaciones de otras personas



Los principales riesgos en el uso de las redes sociales.



Pérdida de privacidad.

Los datos que se proporcionan a los administradores de las redes entran a formar parte de los archivos de estos. Al mismo tiempo, un mal uso de las redes puede llevar a facilitar datos propios, de familiares o amigos. Existe además el llamado "phising", llevado a cabo por quienes roban contraseñas de acceso de otras personas para manipular o espiar sus sesiones.

Acceso a contenidos inadecuados.

Pueden ser de diverso tipo: violentos, de índole sexual, relacionados con el consumo de sustancias estupefacientes, lenguaje soez, etc.

En el caso de las redes sociales, pueden venir a partir de los enlaces recomendados por otros usuarios o de las imágenes que estos faciliten. En algunos casos también pueden provenir de la publicidad que estas páginas incorporan.

Acoso por parte de compañeros o conocidos.
          Existen dos formas fundamentales:
      Por un lado, el ciberbullying, el acoso llevado a cabo por compañeros del centro escolar.
      Por otra parte está el cibergooming que efectúan adultos que buscan entrar en contacto con menores para primero obtener sus imágenes y otra información que después utilizan para lograr nuevas exigencias.

Posibles incumplimientos de las normas legales
Los menores pueden, de manera inconsciente llevar a cabo acciones no permitidas. Generalmente, son tres los posibles incumplimientos legales:


Barnpaac. Imagen en Wikimedia Commons de Marisa Ravn. Bajo licencia Creative Commons.
  • Atentar contra la privacidad de otras personas publicando datos, imágenes y videos, sin el consentimiento de ellas.
  • Suplantar la identidad de otras personas creando perfiles falsos con datos y contenidos conseguidos por distintas vías.
  • Incumplir las normas sobre derechos de autor y descargas ilegales: descargando o intercambiando contenidos culturales protegidos, creando páginas para descargar esos contenidos...
  • Acosar a compañeros o profesores (ciberbullying) a través del envío de correos electrónicos o de comentarios en páginas personales.

Hay que recordar que ser menor de edad no exime de responsabilidad y, sobre todo, que "No todo vale en Internet".

viernes, 4 de marzo de 2016

Internet segura


9 de febrero, día de la Internet segura: ¿cómo podemos disfrutar de Internet sin contratiempos?

9 de febrero, día de la Internet segura: ¿cómo podemos disfrutar de Internet sin contratiempos?

. Educaión 3.0
Hoy se celebra el día de la Internet segura, que bajo el lema “Haz tu parte para una mejor Internet!” pretende que toda la sociedad piensa cómo podemos mejorar nuestros hábitos para manejar la red de redes con mayores garantías. Los docentes y educadores tenemos mucho que decir en este día para promover la seguridad de los menores en Internet.

Algunos consejos y recomendaciones para navegar por Internet de forma más segura, centrándonos en lo que nosotros, los profesores y docentes, podemos aportar y explicar a nuestros alumnos como complemento a lo que los expertos indican.

Cuidado con los ordenadores públicos y con Internet

Es habitual que en los centros de enseñanza, sean del nivel que sean, exista una llamada “sala de ordenadores”. La aula a la que continuamente llegan diferentes alumnos de varios cursos, todos ellos a manejar los mismos ordenadores, con las mismas sesiones. Es la definición perfecta de ordenadores públicos, un equipo que utilizan y manejan decenas de usuarios diferentes al día.
Mujer tomando un café
Imagen: Mujer con portátil tomando un café, de ShutterStock
 Y los ordenadores públicos son tremendamente peligrosos, más aún con Internet de por medio. Es habitual que los chavales se autentifiquen en el cliente de correo electrónico de turno, en su Facebook o, más aún, en las aulas digitales tipo Edmodo o Moodle. Y en los ordenadores lo habitual es que si las sesiones de usuario no se cierran, se mantengan abiertas aunque se reinicie el ordenador y el sistema. Y todos conocemos el peligro que puede ser que nuestra cuenta de correo esté en las manos de alguien a quien no conocemos de nada.
Lo más importante es que, si estás en un ordenador público siempre cierres las sesiones que hayas iniciado. Todas, absolutamente todas, sin excepción, ya que un usuario intruso con algo de maldad podría, simplemente, andar a su antojo en tu información.

Una herramienta importante para facilitar esta labor es la llamada “navegación privada”, disponible en muchos de los navegadores modernos (bajo diferentes nombres), y que permite que cualquier página web en la que navegues no deje ningún rastro una vez cierres la ventana del navegador. Esto incluye las sesiones, que se cerrarán automáticamente. A continuación te indicamos cómo acceder a la “navegación privada” en los principales navegadores del mercado:
Otra posibilidad es borrar los datos del navegador, que a su vez elimina toda huella o rastro que hayas podido crear con su uso. En este artículo de la Universidad de Indiana puedes encontrar toda la información al detalle.

Cuida tus contraseñas

Sin entrar en detalles de cómo se hackea una contraseña, podemos afirmar que cuanto más compleja sea, más difícil será de ‘robar’. De hecho, buena parte de los robos de contraseña están motivados en la llamada ingeniería social: utilizar contraseñas como fechas de cumpleaños de familiares o nombres de los padres pueden ser fácilmente reconocidas por gente de nuestro entorno. Alguien que no tenga conocimiento alguno de hacking podrá hacerse pasar por ti de forma tremendamente sencilla. Lo primero de todo, evita estas contraseñas tan obvias.
Luego hay mucho escrito sobre contraseñas. y por ejemplo todos los años se renueva el ranking de las peores contraseñas del mundo. Por ejemplo, en su edición de 2015, incluye los términos ‘123456’, ‘password’, ‘qwerty’ o ‘football’, palabras sencillas y muy comunes entre los usuarios. Cuanto más común sea la contraseña, más fácil será ‘hackear’ una cuenta, y obviamente será algo que deberemos evitar.
Contraseña en pantalla táctil
Imagen: Contraseña en pantalla táctil, de ShutterStock

Evita contraseñas obvias, sencillas y comunes, e intenta crear la tuya propia, que sea única. Juega con datos y frases, y por ejemplo puedes utilizar reglas mnemotécnicas para que sean complejas e imprevisibles. Añade letras minúsculas pero también mayúsculas, números y símbolos.
Si manejas mucho los ordenadores públicos es tremendamente recomendable cambiar las contraseñas cada poco tiempo, y si todo esto es muy complejo para ti puedes apoyarte de los gestores de contraseñas como 1password o similares; sobre algunos de ellos hablan en Lifehacker.

Guarda y borra los datos del ordenador

recycle-bin-pixabay
¿Quién no ha entrado alguna vez aun equipo de la sala de ordenadores y se ha encontrado el escritorio lleno de archivos? Y claro, puedes borrarlos, o peor aún: copiarlos, y con ellos toda la información – muchas veces personal – que se muestra sin ninguna barrera.
Si creas un archivo en un ordenador público, bórralo antes de apagar el equipo, y recuerda también eliminarlo por completo vaciando la papelera de reciclaje. Esto incluye desde ficheros creados con programas tipo Office (Word, Excel, etc.), imágenes, ficheros .pdf o cualquier archivo que hayas descargado de Internet. Si lo necesitas puedes enviártelo por correo electrónico, subirlo a algún disco virtual tipo Dropbox o Google Drive, o copiarlo a un pincho USB.
Y aquí hay una cuestión importante relativa a la privacidad: si manejas datos personales de un grupo de gente, evita gestionar esta información en un ordenador público. Hablamos, por ejemplo, de nombres y apellidos ligados a una dirección postal o a cuentas de correo electrónico, así como por supuesto datos bancarios (números de cuentas, tarjetas de crédito) o, en general, cualquier tipo de información relativa a las personas.

La WiFi suele ser segura. Suele…

Las redes WiFi suelen ser seguras en la inmensa mayoría de ocasiones. Y decimos bien: suelen serlo. Generalmente no suele ocurrir nada, pero también es cierto que existen muchas técnicas para ‘robar’ información aunque estés en tu ordenador personal, y no en un dispositivo público.
Puede ocurrir en todo tipo de redes WiFi públicas, desde las de bares y restaurantes, o también las pertenecientes a entidades educativas como colegios, institutos, bibliotecas o universidades. En general, cualquier red a la que otros usuarios puedan conectarse libremente, son propensas a ser ‘hackeadas’. Desde luego no es lo habital, pero puede ocurrir.
Evita en la medida de lo posible este tipo de redes, estés en el dispositivo en el que estés y más aún si estás manejando datos personales críticos como por ejemplo transacciones bancarias (comprar un artículo en una tienda online, acceder a la banca online).

Las redes sociales pueden ser peliagudas

Vivimos rodeados de redes sociales y muchos comparten cualquier información en Facebook, Twitter o Instagram. Sea texto o fotografías, hay que pensarse muy bien si queremos que algo de esto esté publicado en Internet para siempre.
Redes sociales en el día de la Internet segura
Imagen: Redes sociales, de ShutterStock
 Hay que ser tremendamente cuidadoso en redes sociales, porque nunca sabemos quién está al otro lado y quién puede utilizar esa información en nuestra contra. Nunca sabremos si esta frase será leída por nuestro futuro jefe o compañero de trabajo, o por algún familiar más o menos lejano. Las personas que ahora mismo creemos que van a estar junto a nosotros para siempre es posible que dentro de no mucho pasen a estar en grupos de menor amistad. No nos pararemos mucho a hablar de imágenes o vídeos de tono picante que, por supuesto, han de obviarse bajo todas las circunstancias.
Lo hemos visto en el mundo del fútbol y si buceamos un poco hay muchos más casos realmente llamativos, pero reales. Las redes sociales, compañeras de cualquier joven, pueden ser un arma de doble filo muy peligrosa, y muchos no son conscientes de ellos. Úsalas, pero con precaución.